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El dictado de este curso se enmarca en los tres ejes propuestos por el plan de estudios de la Maestría: conceptual, de investigación y clínico.
El eje conceptual incluye el desarrollo y revisión crítica de temas cruciales del marco teórico del psicoanálisis en textos de Freud, Lacan, desarrollos postfreudianos y psicoanálisis contemporáneo, así como comparaciones entre distintos paradigmas epistemológicos.
El eje de investigación desarrolla las relaciones entre el psicoanálisis y las ciencias sociales y humanas a la luz de los debates epistemológicos de la época. Este eje incluye tanto los aportes conceptuales, metodológicos y técnicos necesarios para la investigación en psicoanálisis, como el seguimiento del trabajo de investigación propio de cada maestrando/a.
El eje clínico contempla el estudio y la aplicación de conceptos vinculados a las distintas estructuras y fenómenos clínicos y a la dirección de la cura, desarrollando actividades teóricas y prácticas. Se sostendrá un permanente ejercicio de lectura y construcción en torno de casos clínicos presentados por los alumnos, ya sea a partir de su propia experiencia en la aplicación del psicoanálisis en el campo de la salud mental o de la educación. El armado de un caso clínico constituye de por sí un problema ya que, en primer lugar, se trata de pasar a lo escrito una experiencia. La elección de aquello que se privilegiará, la elección del texto del paciente, de las
intervenciones del analista y sus efectos. Durante la cursada se trabajará con los maestrandos la construcción del caso, que en psicoanálisis siempre será uno por uno, transformando a cada paciente en un caso único. A diferencia de la casuística tradicional, no se trata solamente de ilustrar con ejemplos la teoría psicoanalítica, sino de revisar los casos en su singularidad para verificar la consistencia y actualidad del psicoanálisis tal como se aplica. La casuística aspira a demostrar de qué modo el caso singular interroga, cuestiona y desplaza el saber adquirido. Concebida de este modo, la elucidación de casos clínicos permite la articulación entre la práctica y la teoría.
La cuestión del fantasma en psicoanálisis atañe a un problema ético. El discurso analítico, a diferencia de lo que exige el discurso del amo, se propone ir más allá de la dimensión terapéutica.
El fantasma en Lacan une dos elementos heterogéneos: uno que depende del significante, el sujeto barrado, y el otro que, en su origen, proviene de una escritura imaginaria en dónde el cuerpo tiene una importancia crucial. Lacan produjo en su enseñanza un primer nudo que ha hecho del fantasma una ventana a lo real.
Se puede rastrear desde Freud la importancia que ha tenido este concepto en la práctica psicoanalítica desde sus inicios y su relación indiscutible con los síntomas neuróticos. Al considerar este descubrimiento freudiano, Lacan lo ha elaborado como la matriz a partir de la cual el mundo, la realidad, toma sentido y se ordena para el sujeto.
Nuestro curso apuntará a ubicar las diferentes lógicas que utilizó Lacan en su enseñanza para determinar la función del fantasma, tanto en la economía de goce del sujeto, como en lo que llamó el parlêtre al final de su enseñanza. Estas lógicas han quedado plasmadas en sus seminarios 11 y 14, formalizadas a partir de la pareja alienacio?n-separacio?n en su escrito “Posición del inconsciente”.
Nos preguntaremos por los franqueamientos que suceden en los tratamientos analíticos en sus inicios, en el transcurso de los mismos y en sus finales. Ubicaremos las pantomimas de las estructuras en la correlación del síntoma y el fantasma según los desarrollos que Miller ha realizado en su curso de 1982/1983 así como la relación entre el atravesamiento fantasmático y la identificación al sinthoma.
En el transcurso del curso se solicitará a los maestrandos ejemplos clínicos de su práctica y de casos de finales de análisis publicados, para comparar las diferencias entre el psicoanálisis de la orientación lacaniana y las terapias cognitivas comportamentales. |